11 PASOS
Los siguientes pasos buscan ayudar a los padres a guiar a sus hijos en el estudio de la Biblia. Si bien son consejos simples, a nosotros, como familia, nos han ayudados. 1. Traten de cenar juntos en forma regular. 2. Puede resultar bueno que los padres se sienten juntos para guiar las conversaciones bíblicas con sus hijos. 3. Abran el tiempo de cenar preguntando si alguno de ellos tiene algún motivo especial para orar. 4. Un miembro diferente de la familia abrirá el tiempo de cena, cada noche, en forma alternada, siguiendo cada pedido de oración. De esta manera, todos los miembros de la familia aprenden a orar en voz alta. 5. Mientras cenan, pregunten cómo ha sido el día para cada uno de ellos y comenten cómo ha sido el de ustedes, padres, de acuerdo a lo que los niños pueden y deben saber. 6. Que la Biblia esté cerca de los padres y que sea en una versión de fácil comprensión para todos los niños. Que alguno de los presentes –padres o hijos– lean el pasaje correspondiente mientras los otros siguen comiendo y escuchan con atención. 7. Luego, uno de los padres explica el pasaje en términos sencillos, quizás el significado de alguna palabra, y muestra alguna aplicación de los leído. 8. Haga preguntas que motiven a la discusión y guíe la conversación a fin de que sea provechosa para todos. 9. Permita que la conversación fluya naturalmente. Escuche con atención a sus hijos y deje que ellos respondan las preguntas que sepan. Añada lo que a ellos se les escapa y responsa las preguntas más complicadas. De manera amorosa, corrija cuando haga falta y asegúrese de que las respuestas sean las correctas. 10. No dude en reconocer sus propios errores si de alguna manera surge en la conversación demostrándoles que usted tiene un corazón dispuesto a reconocer sus propios errores. Esto demostrará la humildad que se aprende en las Escrituras. 11. Al terminar la cena, pregunte si ha quedado alguna pregunta o duda de lo conversado, y respóndalas.