Buscar en el sitio

Contacto

EL CAMINO DE DIOS

elcaminodedios@hotmail.es

Capitulo 3

Predicación de Juan el Bautista
(Mr. 1.1-8; Lc.3.1-9,15-17; Jn. 1.19-28)

 1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,

    2 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

    3 Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: 
    Voz del que clama en el desierto: 
    Preparad el camino del Señor, 
    Enderezad sus sendas.

    4 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.

    5 Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán,

    6 y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.

    7 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: !!Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?

    8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,

    9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.

    10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

    11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

    12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

   

El bautismo de Jesús
(Mr. 1.9-11; Lc. 3.21-22)

 13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.

    14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?

    15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.

    16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.

    17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.